dissabte, 4 de febrer del 2012

Àngeles Caso - Lo que quiero ahora (La Vanguardia 19/01/2012)



'Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada. O todo.'

Dedicatoria de ida y vuelta, una maravillosa banda sonora. Eternamente. (Y no, nunca es tarde.)





8 comentaris:

  1. "También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar." Defiendo y defenderé siempre que espíritu crítico y libertad son bienes por los que nadie debe pagar, ya que opino que nadie tiene derecho a cobrar por ellos. Son míos porque, como decía Descartes, "yo soy", y ser me da derecho a ellos, sin tener que pagar ningún otro precio.

    Amigos, familia, muertos, entorno, árboles, música, versos (no cualquiera sino los mejores, ¿de quién?)... buena compañía. Espero que entre los versoso, la música, la familia y los amigos me hagas un huequecito el año que viene. ¿Y una clase de català?

    petons

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  2. Totalmente de acuerdo.
    Me encanta leerte.
    un fuerte abrazo.
    Ana

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  3. He llegit aquest article ara al bloc d'una amiga i l'he buscat, i així he vingut a parar al teu bloc. Compartim coses, pel que veig. Salutacions.

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  4. Eeastriver... tu també ets de la Galàxia d'Orió? Quina il·lusió, no??? Vaja...

    Salut!

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  5. Vivo en un mundo rural, bastante primitivo en ideas.Veo casi a diario cómo la gente malgasta su vida en acopiar propiedades, riquezas , oro
    ¿Cuántas casas son necesarias para sentir que tienes un hogar?
    Pasé hace varios años una enfermedad grave)cáncer) y tengo que agradecerle ser más clara y consciente de lo que es para mi la vida.Si era consciente antes ahora si que lo tengo claro.
    Para mi vivir es pasar una tarde con mi amiga Lourdes andando por el campo, es hacer roscos con la receta de la abuela de mi amiga Manoli, es ver a mis hijos reir y bromear así como discutir entre ellos y conmigo, es invitar a mis hermanas y mi sobrina a comer migas, es cuidar el jardín de mi casa.....
    Podria seguir...Pero sobre todo agradezco estar viva en todo su concepto y valorar lo importante sin rodeos.
    Ängela Puertas

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  6. Bona nit, 'reaccionar' ante lo que realmente importa en la vida es lo que cuenta. Lo jodido es que los palos que nos llevan a abrir los ojos suelen ser extremadamente duros, como en tu caso.
    Sí, como cantó Fito 'tengo el defecto de sonreír solo por no estar muerto'...sigamos así, no?

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  7. Buen post , sin duda una gran reflexión !

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